Parecidos razonables, justicia terrenal

Mire usted por dónde que a base de malas pulgas y mucho leer por estas y otras tierras, uno acabando encontrando, que este sentimiento de frustración y de justicia terrenal —la de aquí, la otra la dejamos para Dios— que nos asola en estos tiempos ya la tuvieron otros, en tiempo atrás o en época reciente.

Así, en mitad de mi revoltijo de estos meses, aparecen varios textos que se complementan:

Entonces, con tantas muertes en la conciencia, se nos va a llenar la boca de odio, y los pulmones de tierra y las manos de justicia, y nos vamos a enfadar aún más cuando nos digan que somos nosotros los que estamos sembrando la lucha de clases. Y entonces no van a encontrar bosques tan profundos ni mares tan hondos ni montañas tan altas como para que puedan esconderse y escapar de tanta rabia como nos han hecho acumular y tanta humanidad como nos han robado.

(Juan Carlos Monedero, Matemática de la Rabia)

Un día los enanos se revolverán contra Gulliver
todos los hombres de corazón diminutos armados con palos y con hoces
asaltarán al único gigante con sus pequeños rencores
con su bilis, con su rabia, enanos afeitados y miopes.

(Joaquín Sabina, Gulliver)

Y espero que muráis,
y que vuestra muerte venga pronto,
seguiré vuestro ataúd
en la pálida tarde,
y esperaré mientras sois bajados
a vuestro lecho de muerte,
y me quedaré sobre vuestra tumba
hasta asegurarme que estáis muertos.

(Bob Dylan, trad. Master of War)

Fijo que vosotros, lectores de alma inquieta, también tenéis vuestros parecidos razonables. Os invito a ampliar mi corta síntesis de textos, podríamos llamarlos «textos para marcar desalmados» o algo más bíblico como «textos para el crujir de dientes y el llanto eterno». Así sea.

 

Con veinte (y tres) años de más

Con la seguridad de haberte conocido, diez, veinte (y tres) años atrás, plagio y reafirmo este canto al amor, a ese combustible que me sigue llenando de anhelos, codo a codo, paso a paso y verso a verso.

Con diez, veinte (y tres) años de más, sigo corriendo(*), impúdico y sangriento, con mis debes y mis haberes, al lecho de la vida donde nos conocimos y por el que seguimos unidos a la gente, porque «somos mucho más que dos«.

Espero que sigas(**) siendo capaz de plantear pactos y proponer saltos, desatando temporales y aportando, en suma, esa poderosa materia mezcla de imágenes, palabras y caricias que es el Amor necesario para poder mantenerse firme y en pie de guerra todos los días.

Con diez años de menos. (Silvio Rodríguez)

Si fuera diez años más joven, qué feliz
y qué descaminado el tono de decir:
cada palabra desatando un temporal
y enloqueciendo la etiqueta ocasional.

Los años son, pues, mi mordaza, oh mujer;
sé demasiado, me convierto en mi saber.
Quisiera haberte conocido años atrás
para sacar chispas del agua que me das,
para empuñar la alevosía y el candor
y saber olvidar mejor.

Esta mujer propone que salte y me estrelle
contra un muro de piedras que alza en el cielo
y como combustible me llena de anhelos,
de besos sin promesa y sentencias sin leyes.

Esta mujer propone un pacto que selle
la tierra con el viento, la luz con la sombra;
invoca los misterios del tiempo y me nombra.
Esta mujer propone que salte y me estrelle
sólo para verle,
sólo para amarle,
sólo para serle,
sólo y no olvidarle.

Con diez años de menos, no habría esperado
por sus proposiciones y hubiera corrido
como una fiera al lecho en que nos conocimos,
impúdico y sangriento, divino y alado.

Con diez años de menos, habría blasfemado
con savia de su cuerpo quemaría los templos
para que los cobardes tomaran ejemplo.
Con diez años de menos, hubiera matado.
sólo para verle,
sólo para amarle,
sólo para serle,
sólo y no olvidarle.


(*) Es metafórico y literal, porque el tabaco y la edad ya no me lo permiten y además correr siempre me pareció muy aburrido por aquello del footing en soledad.

(**) En el fondo la palabra correcta sería el plural, pero hoy, la hojomeneada eres tú.

A tiempo para el verano

Despertó de un largo sueño,

a tiempo para el verano.

Se vistió rápidamente…

Su pelo de punta,

con los colores arcoiris

de una Aurora boreal.

Sólo estaba meditando, —gritaba una pancarta

Rezando —dijeron otros, a la salida de la misa de la vida

Pensando —pero eso, ahora ya qué importa.

Después de tantos fracasos,

Esta vez quería un novio joven.

Se disfrazó de interesante,

me sedujo con sus fondos y sus formas.

Y al ritmo de inusitada madurez,

De euforia contenida en tantas personas y siglos,

Decidió salir a escena

Y besarme con locura.

Hicimos el amor con hambre atrasada,

con la pasión necesaria de los grandes eventos.

Hoy, me siento joven, recuperado

para los días eternos y las noches desesperadas.

Eres mía para siempre, Utopía.

Euforia moderada (democraciarealya)

Se equivocan quienes ignoran que el debate está en la Red. Pero también quienes creen que basta con que #spanishrevolution sea ‘trending topic’ en Twitter para que de verdad empiece una revolución. (Ignacio Escolar).

Dos días después del 15M parece que ciertas cosas vuelven por sus fueros…

Los políticos ya han tratado de hacer suya la causa con una hipocresía tal que asusta. Sin despeinarse, Pepe Blanco dice que lo entiende —cualquier día lo veremos por Sol— y que además debemos votar contra los que compartieron mesa y mantel con los de la codicia y que ahora quieren volver a antes de la crisis para seguir especulando. Claramente habla de los insensibles del PP ante esta protesta, pero claro, cuando quienes fueron de la mano de los banqueros, revitalizando con dinero nuestro a los culpables de la crisis, quienes han sido capaces de cambiar rápidamente una Ley para que podamos trabajar dos años más antes de jubilarnos, quienes regalaban antes cheques-bebés y ahora han negado los 468 euros de una mísera ayuda para que muchas familias no se queden sin casa, creo sinceramente que lo mejor que harían es callarse la boca, tomar nota y si de verdad quieren escuchar esta sensibilidad latente, girar 90 grados su política de derechas y tornar a los buenos fueros que ayuden al ciudadano.

Y ¿qué decir de la derecha del PP? —o en nuestro caso de Foro Asturias que está por estrenar el mismo programa electoral de las gaviotas en esta región— Más de lo mismo, dicen entenderlo intentando arrimar el hombro para ver si algún despistado del 15M acaba equivocando el voto del domingo. La Aguirre va más allá y les anima, nos anima, a que montemos un partido político. Eso sí sin pancartas con conjunciones coordinadas, no sea que luego la revuelta en el Pais Vasco se traduzca en apoyo a la banda armada porque el Euskera es así de retorcido.

No se han enterado aún de la raza que puebla este movimiento. Dicen los estudiosos politólogos que el 15M no modificará el 22M. Parte de razón sí que llevan. Mucho votante que el domingo quedará en casa o que votará partidos minoritarios de izquierdas. Algo le caerá a IU y además con cierto premio ganado a pulso. Sigo recordando —los viejos vamos llenando el USB de imágenes— un mitin de Angüita en Gijón como uno de los momentos más utópicos de mi vida. Se que luego, no siempre pero muchas veces, la palabra va por un lado y la obra por otra, pero la defensa y proclama de muchos eslóganes que el domingo gritábamos, ya estaban por aquel entonces en el programa electoral de una Izquierda que nunca estuvo unida, que nunca dejó avanzar a colectivos y personas que se desmarcaran de las líneas maestras del Partido Comunista. Me despista también ciertos comentarios del cordobés que con la misma claridad con la que se le acusaba de iluminario, denunciaba ya hace meses la pasividad de los partidos políticos y sindicatos ante unas maniobras tan orquestadas por los poderes económicos, que deberían de haber acabado en una revuelta a lo islandés o en grandes manifestaciones dirigidas y convocadas por los sindicatos. Hace relativamente poco, decía que la izquierda institucional —IU y sindicatos— estaba despistada y sin rumbo. Así que, con todo el cariño del mundo lo digo, último voto de confianza y espero que den el Cayo.

Por otro lado, está el movimiento en sí. Mucho se está escribiendo desde el País o Público —de otros mejor no acordarse— con cierto ánimo de crítica constructiva. ¿hacia dónde va DemocraciaRealYa? ¿qué soluciones puede aportar? ¿tiene capacidad para seguir creciendo y modificar el sistema? ¿para mantener intacto el espíritu del 15M?

El tiempo y las personas lo dirán. Y aquí es donde incorporo mi adjetivo. Esta generación de jóvenes digitales saben usar las redes como nadie, y como punto de partida y movilización. Son creativos como pocos —aplaudir con el lenguaje de signos no es frikie, es operatividad para no interrumpir discursos— Tienen una gran utopía por la que tirar para adelante. Y es grande porque naciendo de su estado de indignación actual, son capaces de abrir su puerta al mundo y buscar proclamas de justicia universal. Pero, esa información de la que hablan con urgencia y necesidad, les debería de obligar a mirar hacia atrás también.

Viene a cuento del mal rollo generado ayer en el twitter con #willytoledo. Me jode profundamente por dos razones. Una, porque considero a Guillermo una persona honesta y coherente, que lleva defendiendo causas perdidas muchos tiempo y que además, cualquier movimiento que se precie de tener cierta significación en la ciudadanía necesita de caras conocidas —esto final, por supuesto es defendible— Guillermo se mojó hasta desgañitarse con la causa saharaui, con el No a la Guerra y ha sido mosca cojonera necesaria e imprescindible de muchos males de nuestro mundo actual. De ese, contra el que tan bien se está articulando esta propuesta de DemocraciaRealya. No me queda claro si ayer se le acusaba de llegar tarde a hacerse la foto; por todo lo dicho y por su presencia el 15M creo que esta valoración carece de sentido. Si se le acusaba de ser un político e ir como cabeza final de lista en una candidatura de IU; partido del que ya hace tiempo se declara militante. O si el problema estaba en sus declaraciones a raíz de la huelga de hambre de Orlando Zapata, «apoyando» el estado castrista cubano. Si es así, creo que una de las premisas fundamentales del 15M se viene abajo: falta de información. No hace falta buscar un medio cercano a la izquierda (leer noticia del ABC) para ver que dichas valoraciones, no sólo no carecen de sentido, sino que van a la linea de flotación directa de este sistema injusto que convierte en caza de brujas cualquier movimiento que se salga de la norma. Y en este sentido, Cuba siempre ha sido pasto de medios influenciados por el gran poder yanqui. No defenderé nunca la pena de muerte, ni la posibilidad de silenciar la disidencia cubana siempre que se haga dentro de una cauces de diálogo y flair play necesario para avanzar. El régimen de Castro ya hace tiempo que ha perdido el Sur, pero como dice Toledo, es modelo en muchas cosas frente al sistema como el nuestro, donde el que está jodido lo seguirá estando. Y cada vez más.

En cualquier caso, lo que quería dejar en evidencia es mi euforia moderada del 15M. Y adelantar algunas preguntas o valoraciones que hay que ir haciéndose y solucionando. En Oviedo, el Domingo, estaba mucho abstencionista al lado de otros tantos apolíticos, pero también estábamos gente que seguiremos —de momento, ya dije más arriba— votando el domingo a un partido concreto. Confiando en que las cosas pueden cambiar, porque… tendrá que haber un momento, en que este movimiento ciudadano salte a la palestra de buscar aliados —manteniendo, por supuesto la fidelidad a su identidad— políticos. La anarquía no es válida. Se necesita gente honrada y honesta, que sea capaz de escuchar a la gente y convertilo en políticas locales, regionales, nacionales y globales que respondan a un cambio en el sistema. Aislando o negando la presencia de determinada gente vamos mal.

Estoy seguro que todo esto responde a un desborde generalizado que tras el 22M nos servirá a todos para reconducir esta utopía por senderos de justicia universal para todos.

Tom Thumbs, desde la Calle de la Desolación. Un poco menos desolada, algo más eufórica, pero moderada.

p.d.— Por si no ha quedado claro, apoyo al 100% este germen de indignación que el 15m ha sabido reaccionar como nunca en las calles de tantas ciudades españolas. #spanishrevolution ya!!

Cambio de calle

Manifestación en Oviedo #alacalle15m

¿hasta dónde se pueden cambiar tantos años de alienación? ¿hasta dónde un puñado de utópicos al amparo de las revueltas norteafricanas y el manifiesto «Indignaos» serán capaces de convencer a más gente que Otro Mundo es Posible?

El tiempo lo dirá, como siempre, o como casi siempre.

Mientras tanto, queda el regusto del microclima que ayer vivimos durante más de dos horas en Oviedo. Y en tantas otras ciudades de España.

Ya hoy los medios, muchos de ellos, los más tendenciosos y partidistas, se encargan de marcar el acento en los escasos incidentes ocurridos, más que en la cantidad de gente —por una vez la policía no quiso contar— que ayer gritaba que «esta crisis no es nuestra, que la pague quien la armó».

Cinco millones de parados, un paro juvenil superior al 40%, unos sindicatos vendidos al Gobierno vendido a su vez a la Banca —auténticos gobernantes de este sistema— y una democracia testimonial generan una indignación que ya ha pasado a la acción. Hessel puso el análisis y ahora «Reacciona» pide que todos nos mojemos, que no sirve con quedarse en casita, lavando nuestra imagen apoyando virtualmente distintas iniciativas solidarias. No, ya no tenemos excusa. Se están gestando un nuevo Mayo, una nueva iniciativa ciudadana —exquisita en las formas de separarse del halo político que ahora gobierna las primeras páginas en plena campaña electoral—

Allí estaban los de siempre. Ese puñado escaso de utópicos que llevan más de 40, 50 años gritando por las calles, defendiendo causas perdidas de aquí y de allá, creyendo que el Sur también existe y debe defenderse desde el Norte. Un Norte atrincherado y dispuesto a perderlo todo por un sistema consumista y descentralizado de la ciudadanía. Esta es una de las grandes paradojas que también han calado en la gente. No somos capaces de meternos en la cabeza nuestro protagonismo. ¿comodidad? ¿increencia? Estamos de vuelta de casi todo y es desesperanzador ver cómo somos capaces de cerrarnos en la República Independiente de nuestra casa —donde somos gente honrada, solidaria y estamos dispuestos a casi todo— sin ver que las fronteras de esta aldea global deberían de llevarnos a sentirnos identificados con los demás, con los que sufren un mundo para pocos a los que nos les debemos ningún tipo de fidelidad.

Ayer, al lado de uno de esos imprescindibles de la Asturias solidaria y reivindicativa, quedé traspasado por su frase. «No me quiero morir sin ver que la Revolución puede cambiar el mundo«. A su lado, entonando «L’Estaca» o Labordeta, marchaba otros. Algunos dispuestos a embarcarse como Juanjo, en hacer realidad sus sueños de utopías. Fue mi profe en el Bachiller, cuando este menda no tenía más intereses que el baloncesto y los ligoteos, hoy quizás lo sigue siendo; alguien con 70 años es capaz de jugarse el tipo —y esto es literal y no demagógico— por llevar un puñado de comida a la «cárcel palestina» es una lección de humanidad y coherencia ética.

Democraciarealya nace de un movimiento estudiantil universitario. Y aquí radica el éxito de lo de ayer y mis razones para creer que esto va para adelante. Están desencantados de toda la raza política; el que escribe aún cree que sigue habiendo algunas opciones dignas de sufragio. Eso les hace fuertes y valedores de toda credibilidad, no necesitan vender ningún mensaje que incline votos. Ven delante o ya están instalados en ello, un panorama desolador. Pero, amigo, y aquí reside su diferencia con otras generaciones como la mía, han crecido oyendo tantas veces eso de la aldea global que han acabado «creyéndoselo» y defendiéndolo. La proclama final de ayer no deja dudas «este mundo lo vamos a cambiar». Leánse sino el manifiesto colgado en su web y plantéense si hay alguien de la clase media de este país que no esté dispuesto a apoyarlo.

Queda lo difícil:. contagiar y no parar. Pero la primera piedra está colocada y de forma muy sólida. Para eso, ayer se terminaba convocando distintos asambleas ciudadanas en Las Cuencas, Oviedo, GIjón y Avilés. Tratando de implicar a distintos colectivos que ojalá estén, estemos a la altura de las circunstancias.

Ayer, por un pequeño lapso de tiempo, daba gusto pasear por el Barrio. Ayer, en la Calle de la Desolación brillaba el sol. Igual que Oviedo y en tantos sitios de España.

José Luis Sampedro, uno más de estos necesarios urgentes de nuestro país, animaba la Utopía:

«Ahora es vuestro turno, mucho más importante. Me ilusiona ver que los receptores del mensaje, muy certeramente, habéis comprendido que no basta con indignarse, que es necesario convertir la indignación en resistencia y dar un paso más. El momento histórico impone la acción, la movilización, la protesta, la rebelión pacífica. El llamamiento a indignarse no debe quedarse en un best-seller fácilmente digerible por el sistema y así lo estáis demostrando con esta convocatoria.»

Ciegos, mudos y cojos

En esta época acuciante de crisis, de poderosos mercados escondidos detrás de títeres democráticos, necesitamos más versos que nunca, más imprescindibles que pongan palomas o tréboles de indignación entre tantas verdades a medias y carreras políticas escalando la cuesta de las poltronas.

Me gustaría ver más Jóvenes de Bolonia invadiendo las calles pidiendo lo que es vuestro. No os dejéis empapar por tanto anuncio mediático, tanta hipocresía disfrazada de red social solidaria y mucho menos aún, por tanto adulto antirefente, resignado, de vuelta de todo y de nada.

Antes del 22 de Mayo, necesitamos más #nolesvotes en las redes de la información colectiva. Menos Alierta y menos Sinde, apoyando a los mismos, con los mismos disfraces del neoliberalismo más sanguinario que buscan el cielo a base de pequeños gestos solidarios que se convierten en un insulto y un ataque a los que más sufren este puto sistema injusto y decrépito.

Vamos ciegos, mudos y cojos. Tres enfermedades actuales que sólo se sanan a base de medicamentos globales —que no genéricos—

Tenemos que ser capaces de ponernos unas gafas que nos permitan ver más allá de nuestro propio ombligo, casa o ciudad.

Tomarnos, en ayunas, la pastilla de la indignación para recuperar el habla y chillar y gritar por nosotros, que estábamos muertos y por los que chillan desde países lejanos acallados por tanto medio sumiso y vendido a unos u otros intereses. Que en el fondo, son los mismos.

Y si no sanamos del todo, apoyarnos en los demás como muletas necesarias para recuperar el andar. Ponernos en marcha y sentirnos llamados por todos esos imprescindibles que nunca han callado y que a pesar de seguir siendo siempre los mismos, están ahí, sujetando pancartas de #noalaguerraenLibia con sus tropecientos años a cuestas de lucha solitaria y solidaria.

Y una última advertencia, si se me permite… No es hora ni de colgarse medallas, ni de batallas particulares. Dejemos en casa nuestra chapa local. Ya que nos «obligan», seamos globales. Que desde cualquier punto de la tierra o del espacio, se vean masas de color uniformes que griten y digan que Otro Mundo es Posible.

Rabo de nube

Si me dijeran pide un deseo,
preferiría un rabo de nube,
un torbellino en el suelo
y una gran ira que sube.

Así me quedé. Quién me manda tragar un telediario de pe a pa.
A España le han prestado millones de euros al 3,8%, pero no nos preocupemos porque ahora se va comprar deuda pública por parte del Banco Europeo y vamos a sacar créditos a 2,8%. Dos visiones: el rescate de los gobiernos —incluido el nuestro— a los bancos y por otro lado, el cheque bebé, el plan Avanza que regalaba ordenadores aunque no lo fueras a usar.

A Willy Toledo y un puñado más de rojos utópicos les ha echado Bono la justicia encima. Por protestar en el Congreso. ¿quién te mando, amigo? Igual que protestó hoy Marruecos porque la CEE ha condenado la atrocidad del campamento de refugiados próximo al Aaiun, igual que este gobierno que sigue sin pronunciarse claramente en contra del gobierno marroquí y que pacta… —perdón, acata—las órdenes yanquis y no pone reparos a los aviones CIA o para sacar de la magistratura a un juez excesivamente preguntón y que ya tenía Guantánamo en la misma línea de fuego que en su día tuvo a Pinochet. Y resulta que el tipo este que descubre todos estos secretos de estado [wikileaks] ahora es tan terrorista como el Osado Bin Laden y hay que fumigarlo.

Pero, no acaba ahí la cosa… ya podía, ya.

Como los excesos ya no se pueden permitir, más de un millón de parados pasarán a 1 de Enero a dejar de cobrar los míseros 426 euros en concepto de beneficencia de Papá Estado. Claro al lado de esto, ya se encargan de lanzar la noticia del autoempleo; capitalice usted el paro y monte… lo que se le ocurra. Y de paso, cruce los dedos. Fácil ¿verdad?
Y claro, como cada vez trabaja menos gente, los albergues tipo Calor y Café se llenan de gente que sólo pide un poco de dignidad para poder cenar y pasar la noche. Los hábiles periodistas estaban en la entrada cuando dos chavales desesperados por no tener derecho a sus derechos acabaron dándose de leches mientras el cámara enfocaba fijamente un tetrabrik de Don Simón. Con esto cerramos el ciclo; los indigentes —o los invisibles que dicen algunos con mucha razón— tienen la oportunidad de labrarse un futuro, pero destrozan los pocos duros que roban en comprar vino barato. Porque las leches, la regalan.

Vamos que si no llega a ser por las tres últimas imágenes me pillo una depre que ni con un kilo de sertralina saco adelante. Nevada en Europa, huracán en USA y fuego en Australia. Como diría Silvio, ni más ni menos que lo que necesitamos… un barredor de tristezas / un aguacero en venganza / que cuando escampe / parezca nuestra esperanza.
Al menos, eso, como ser humano me queda.

Sáhara libre

Les echaron de su casa, del asentamiento símbolo de protesta de todo un pueblo que quiere vivir en su casa, en paz.

Quemaron sus jaimas, golpearon con toda su violencia, infundieron olas de pánico y temor en sus hijos, descalzos, sin apenas comida y agua; porque la fuerza de un pueblo por recuperar lo suyo es más poderosa que todos los poderosos del mundo juntos.

Días de tensión y noches de miedo.

Risas ahogadas con el ruido de los helicópteros y con el fuego de las armas.

Y mientras tanto, como siempre, Occidente espera en calma. Nos acostamos con un leve angustia —a lo sumo—, conscientes de que la solución del mundo no recae en nosotros, con la seguridad de llegar a casa y ver a nuestros hijos, refalfiados de caprichos, sin entender —a lo sumo— porqué su padre llega tarde a casa, porqué nunca puede estar más presente en su vida. Oriente y Occidente, antípodas del mundo, «niños adultos» silenciados por la necesidad de que otros «niños niños» puedan seguir viviendo en la opulencia de un espejismo que algún día, no deseable, se rompa y tenga que madurar a golpe de injusticia y fuego de misil.